MITO DE LA CREACIÓN DEL RESGUARDO DE MALES
Cuentan los mayores que hace mucho tiempo en lo que hoy es la parte oriental del Resguardo de Males existió un pueblo llamado Guamuez, allí vivía una comunidad indígena que estaba bajo el dominio del cacique y hechicero llamado Chispas. El pueblito estaba rodeado por grandes montañas de exuberante vegetación y quebradas de agua clara que resplandecían con el sol. Sus casas estaban hechas de bareque y tamo, en la zona casi central del pueblo estaba una pequeña plaza, en medio de ella había una pequeña, pero muy brillante pila echa completamente de oro por donde fluía abundante agua. Cuentan que donde caía el agua había dos grandes serpientes que salían a bañarse cuando el sol estaba en lo alto del cielo, pero estas no lastimaban a nadie; en la parte superior de la pila existía un enorme sapo, cuando caía la noche de sus ojos se desprendían unos rayos de luz como el arcoíris que iluminaban todo el pueblo. A un lado de la plaza, el cacique Chispas había construido una casa templo para adorar a sus dioses, los indígenas se reunían a orar a las doce del día y doce de la noche, el templo poseía dos campanas que se tocaban para llamar a la gente a practicar sus ritos a sus dioses espirituales, por un lado, del pueblo pasaba un rio muy caudaloso que cuando sonaban las campanas se crecía. El rito para adorar a sus dioses consistía en bañarse con agua de la pila y bailar alrededor al son de las palmas de las manos y de instrumentos hechos de barro, después de realizar la ceremonia, comían los alimentos que reunían en el día anterior, con la creencia de que los dioses les bendecían los alimentos. Un tiempo después con la llegada de las tradiciones de los colonizadores dicen nuestros mayores que los dioses se reemplazaron por la imagen de San Bartolomé y la de San Francisco, también cuentan que existía otro brujo llamado Guangas que constantemente luchaba con el Chispas para convertirse en el nuevo cacique. Sus luchas de encantamientos y hechizos eran magnificas, podían convertirse en lo que quisieran como por ejemplo en animales; mientras el uno era un tigre él podía ser un oso y así pasaban días enfrentándose por el dominio de este pueblo, un día el Guangas al ver que no podía vencer al cacique Chispas tramo un plan con el que podría deshacerse de él y contrato a unos indígenas para que robaran a San Bartolomé y San Francisco y mandó que los escondieran en lo profundo del bosque, cuando el brujo Chispas se dio cuenta de lo que había pasado muy enojado por la traición de algunos indígenas embrujó el pueblo convirtiéndolo en rocas y en montes, también convirtió al guangas en un gran árbol para que nunca pudiera irse del pueblo, y finalmente cuando había completado su el hechicero desapareció entre la selva para más nunca volverse a ver.
Los indígenas no salieron lastimados ya que el Chispas los consideraba sus hijos, cuando todo termino y el pueblo era solo selva, los indígenas empezaron a buscar las imágenes de los santos que habían sido robadas, buscaron por todas las montañas hasta que finalmente lograron encontrar la imagen de san Bartolomé, aunque siguieron buscando la imagen de san francisco nunca apareció. Sin hogar y sin nadie que los pudiera orientar, los mayores recurrieron a su saber ancestral, recordaron las leyendas sobre su pueblo y entre sus creencias existía la superstición que para comenzar la caminata se debía llevar un gallo y donde este cantara era donde se debía fundar su nuevo pueblo. Así fue como partieron en busca de nuevas tierras, la caminata fue larga de muchos días hasta que llegaron a una pequeña planicie donde por fin el gallo canto y los indígenas se asentaron ahí y fundaron el resguardo indígena de males.
Fin.